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domingo, 12 de febrero de 2012

Repasando lo aprendido...




Hoy, mejor dicho ayer…mejor dicho de ayer para hoy, porque las reflexiones me saltaron a la cabeza en plena madrugada.

Bueno, de ayer para hoy, he aprendido tres cosas, una de ellas un tanto nueva para mí, aunque sé que todo el mundo lo sabe (o lo piensa pero no me lo dice), es que no soy fuerte, mis pilas son de baja duración y la fortaleza se me hace mazamorra en cuestión de horas. Haciendo causa-efecto en mi cantidad de resbalones, traspié entre dos cerillos. Un pequeño bichito me corroe el oído con su vocecita insidiosa, demasiado Nieztche, mucho Sartré, tanto que no puedo perdonarme a mi misma la debilidad, ni el estúpido exceso de sensibilidad. En serio creo que esta selva de concreto llena de caníbales y de trogloditas no es para mí. Aquí se vive a la fuerza, o le arrancas con los dientes el pellejo a alguien o te lo arrancan, la mayor distracción es observar como se desangra alguien por ahí, contemplar su agonía. No, obvio, este lugar no es para mí, soy demasiado débil para no ofenderme, indignarme, deprimirme ante esto. Los seres como yo están estorbando el paso a esta larga carrera de ansiosos supervivientes. Estoy malgastando el aire de este planeta…

Verónica decide morir. Que fácil suena.

Además he aprendido una nueva acepción de la palabra-insulto: estúpido…ahora se usa para defenderse cuando se cometen estupideces, me explico, el individuo X comete una estupidez y para defenderse cuando se lo confronta, utiliza la denominación de estúpido(a) una o varias veces atacando al agraviado. Los humanos son espectaculares no hay nada que hacer, siempre buscando la forma de minimizar el impacto de sus errores, siempre lavándose las manos, o ignorando el daño, se sacuden y siguen caminando, así pueden vivir tranquilos con su conciencia, y ya en extremo, cuando son demasiado obtusos para admitir o entender que la están cagando, llegan a ofender para ganar la batalla de quedar bien consigo mismos.

La tercera cosa que aprendí hoy, mejor dicho, confirmé, es que el síndrome de Korsakoff es una mierda, como siempre todas las cosas en este mundo están hechas, obviamente, para gente fuerte, de lo contrario uno puede acabar con alguno de estos términos raritos de patologías nerviosas que ya se me están haciendo tan familiares. Lo malo acá es que cuando un humano padece una enfermedad crónica, con el tiempo se muere de este padecimiento. Yo con toda mi lista de manías, no estoy para morirme, más bien estoy como para intentarlo…hasta las enfermedades de los humanos son para la raza fuerte, yo no podría sacarme de escena con mi propia manito.

Gracias Totales y buenas noches.

jueves, 13 de enero de 2011

Xaz y la Amistad Eterna


Hoy, y otra vez hoy, levanto la vista de entre mi montaña de inventarios, facturas y pedidos pendientes, donde había estado tan cómoda y cobardemente metida, para tragar saliva ya que después de un timbrazo y una lacónica sacudida a la que ya debería ser inmune, pero no, la noche ha caído nuevamente, oscura e indiferente. Y antes de concentrarme enfermizamente en lo que “no deseo”, me enfoco en algo que me dé una saludable distención, (tranquila con la terapia) o sea, escribir satíricamente, sobre lo que me jode, mi pequeña e inocente venganza.
Sé que el siguiente paso es concentrarme en lo que “si deseo”, pero objetivamente, es decir no desear a lo Miss Perú, que haya paz en el mundo y las personas se dejen de cojudeces…
Entonces deseo, que no caiga la noche sobre mis hombros, que no oscurezca mis pensamientos, mis sentimientos, mi tranquilidad, que sea yo y mi curiosidad por lo bonito de la vida, mi propia fuente de energías positivas e inagotables, que mi centro de equilibrio sea el núcleo de donde nace mi infranqueable atalaya.
Yo y la amistad eterna.

Bienaventurados los que son usados como un revólver


No se puede ser tan sensible, no se puede tener la lágrima a punto, como si mis ojos fueran el desfogue de un hervidero de emociones.
No se puede ser tan débil, tan sensitiva, complicada, con un solo ser, y tan estoica, caradura y sin sentimientos con el resto de los mortales.
El amor a algunos los vuelve brutos, el amor a otros los vuelve ciegos.
El amor es para muchos, atalaya y complejo abastecimiento de energías positivas, plácido remanso después de la eterna lucha con la vida...Malditos sean.
El amor a algunos los despelleja, los vuelve vulnerables, sensibles, lacrimógenos, una total molestia. Benditos sean los desnudos de caretas y compostura, pues de ellos será el reino de la piedra en el agua, seca por dentro.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Ay la Navidad




Feliz Navidad!!! Qué esta noche ilumine tu corazón y de todos tus seres queridos y que la magia de la noche buena y bla, bla, bla… (Sonido de que se rompió la cuerda de guitarra, o se rayó el disco, por favor).
Hoy me pondré feeling, no emitiré un ensayo imparcial de la estupidez humana como si tuviera un efecto ajeno en mí, no, hoy admitiré mi estupidez.
Donde está el hecho de admitir mi miseria ante la extensa comunidad de papa noeles, renos, luces navideñas, arbolitos…
¿Será porque siempre espero algo de todos? Algo de ti, de ella, de ellos, “ellos”…los peores para tener expectativas y no me refiero al sexo masculino, sino a “ellos”, los demás, TODOS esos.
O tal vez la enfermiza envidia al mirar toda la acumulación de buenas intenciones para con el prójimo que me rodea y que parece que no está hecha para mí.
Es tan morboso este aspecto, como si Dios se hubiese ensañado conmigo colocándome en un trabajo donde tengo que observar, bien masoquista yo, como la gente se lame el culo con mensajitos empalagosos y como si no fuera suficiente, esos mensajitos vienen metidos en presentes con precios obscenos para el bolsillo de cualquier ciudadano común, pero que como por arte de magia puede pagar, porque le nace ahorcarse en deudas por alguien que si vale la pena, o sea por alguien levantable, o que ya se levantó y lo tiene terriblemente satisfecho.
Oiga!! Ya sé que si pasaran por el hipocritómetro, perderían credibilidad muchos de esos dadivosos. Un gran filósofo, mi sensei, todo una leyenda urbana, solía decirme no sé si por limpiarse o porque el mismo se lo tragara, que “no importa la cantidad sino la calidad” y para completar “no bastan las palabras, sino los hechos”. Cuanta profundidad…hasta parece demagogo. Lo fatal acá es que yo debo ser una víctima sustanciosa del manipuleo mediático, porque soy propensa, vulnerable a lo que flota en el ambiente, y sí quiero y necesito palabras y cantidades ingentes de palabras (ja, ja!)
Qué más da, tal vez haya una navidad pasada, presente y futura visitándome esta noche cuando duerma, o un Grinch regenerado, contagiado de espíritu navideño convenciéndome del poder de compartir. Y todos seremos felices.
Si supongo que es eso, sentirme defraudada del mundo a punta de empecinarme en esperar que simplemente me miren y se den cuenta que estoy fatal y en peligro lacrimógeno( para variar) y hago esfuerzos sobrehumanos (sobreentiéndase que estoy pujando) por participar del encanto o simplemente no dar importancia a todo esto; pero por la sarita, que con nada se me borra la cara de imbécil…esa pues, la que pones cuando tienes hambre y otros comen en tu delante o cuando hay regalo para todos menos para ti, o cuando fulanito llegó al cole con mochila nueva y tú tienes las misma de hace 5 años…esa cara de imbécil de cuando todos la pasan bien y son tan felices que les imposible a los pobres, no tienen la culpa, perdónalos porque no saben lo que hacen…fijarse en ti. Porque a los infelices no conviene mirarlos, contagian su sarna. Ay! Perdón creo que ya empecé a vomitar letras.
La ironía no viene gratis.
Desde pequeños, la publicidad nos cojudiza con las más sublimes manifestaciones de amistad, paz y amor, y si no fuera porque estamos hablando de la Navidad diría que es una alusión a la marihuana…plop! Es depende del contexto creo yo.
Esta cojudización masiva puede ser una buena explicación o excusa para mi estado de ánimo. Vale, vale, claro, también es válido. Al final no importa lo que me pone así todos los años, también pudo haber sido Candy la que me cagó, con sus navidades en la casa Pony, y debo sentirme afortunada, algunos contemporáneos míos después de esos episodios, quedaron tan mal que aún ahora, después del tratamiento, su único avance ha sido por lo menos poder coger la cuchara y comer solitos.
Podría surgir tantas hipótesis acerca de mi aflicción, pero la verdad, nuevamente mi consuelo está en que puedo compartir este malestar con cierta parte del mundo. Una comunidad de antinavideños, amargados, envidiosos, incómodos, aguafiestas que en este mismo momento como yo, horas antes, horas después, sigue esperando que el mundo los mire y se detenga.
Feliz Navidad para todos…

sábado, 30 de octubre de 2010

Adios Xaruzzzz

Me han robado la laptop. Me han robado mas que eso...se llevaron mi almaaaaa

Puto conglomerado de chips y cables, como puede convertirse en un miembro orgánico mas, en tan sólo unas pocas semanas.
Antes para garabatear bastaba una servilleta, a hora lo registras en tu lap..top, en mis épocas ibas a clase con cuaderno, ahora van con lap...top. Los tonazos se improvisaban en el mini componenete de la jato de alguien, o tratando de exprimirle a la desktop del anfitrión algún que otro temilla de tu agrado, ahora, tranquilo cuñado...he traído mi lap..top.
En fin, se la llevaron, le tenía mucho aprecio, las primeras 5 futuras publicaciones de este bienaventurado blog estaban ahí. También inventarié un puñado de poemas desgarradores, también se fue ahí mi proyecto de tesis a escasos 5 días de presentación. Algo menos, casi imperceptible, todo mi planning de trabajo de la chamba( de 3 semanas) con una cifra obsena de clientes y sus respectivos teléfonos, solicitudes, anotaciones de seguimiento, una nadería ...puta laptop porque te fuiste si yo te amaba, eras mi vida.
Sólo me queda admitir que se me fue porque no la valoraré, no la supe escuchar cuando hacía ruiditos, cuando la depresión la dominaba a tal punto que se apagaba solita, tanto así fue mi descuido que la dejé abandonada a su suerte en el asiento de un taxi...SI!!! lo confieso, no me la robaron, ME LA OLVIDÉ EN UN TAXI. Que mas da si ya se ha ido, sé que habrá otras en mi vida, dicen que se va una vienen cinco, pero la verdad, lo tengo que admitir, ninguna como ella.
Xaruz I, donde estés quiero que sepas que no te olvidaré