Hoy, y otra vez hoy, levanto la vista de entre mi montaña de inventarios, facturas y pedidos pendientes, donde había estado tan cómoda y cobardemente metida, para tragar saliva ya que después de un timbrazo y una lacónica sacudida a la que ya debería ser inmune, pero no, la noche ha caído nuevamente, oscura e indiferente. Y antes de concentrarme enfermizamente en lo que “no deseo”, me enfoco en algo que me dé una saludable distención, (tranquila con la terapia) o sea, escribir satíricamente, sobre lo que me jode, mi pequeña e inocente venganza.
Sé que el siguiente paso es concentrarme en lo que “si deseo”, pero objetivamente, es decir no desear a lo Miss Perú, que haya paz en el mundo y las personas se dejen de cojudeces…
Entonces deseo, que no caiga la noche sobre mis hombros, que no oscurezca mis pensamientos, mis sentimientos, mi tranquilidad, que sea yo y mi curiosidad por lo bonito de la vida, mi propia fuente de energías positivas e inagotables, que mi centro de equilibrio sea el núcleo de donde nace mi infranqueable atalaya.
Yo y la amistad eterna.
Sé que el siguiente paso es concentrarme en lo que “si deseo”, pero objetivamente, es decir no desear a lo Miss Perú, que haya paz en el mundo y las personas se dejen de cojudeces…
Entonces deseo, que no caiga la noche sobre mis hombros, que no oscurezca mis pensamientos, mis sentimientos, mi tranquilidad, que sea yo y mi curiosidad por lo bonito de la vida, mi propia fuente de energías positivas e inagotables, que mi centro de equilibrio sea el núcleo de donde nace mi infranqueable atalaya.
Yo y la amistad eterna.
2 comentarios:
Hola la noche tambien puede traer relax, donde uno se encuentra con su interior, el temita es q nos dira este, jej...seguire vsitandote besitos
Buen post. Siempre la vida nos depara pendientes que cuando nos alejemos de ella los veremos de la misma forma
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